Así que deseas emprender y tienes más de 50 años o estas en busca de embarcarte en un nuevo camino profesional. ¿Qué mejor momento que ahora para considerar iniciar tu propio negocio?
Esta sugerencia puede parecer contradictoria con el estereotipo del emprendedor como un joven, tomador mil riesgos. Pero una confluencia de eventos – un mercado de valores volátiles, una lucha para reconstruir palnes de jubilación, y un entorno de trabajo de nerviosismo – están alimentando el auge del espíritu emprendedor entre las personas de edad avanzada.
Estudios afirman que de todos los grupos de edad, el crecimiento del espíritu emprendedor fue más alto entre edades que van de 45 y 54 años, de acuerdo con un informe de la Fundación Ewing Marion Kauffman.
Emprendedores de más de 50 años de edad a menudo traen una mayor experiencia a la mesa que los más jóvenes, y el alargamiento de la esperanza de vida, les permite permanecer en el juego más tiempo que las generaciones anteriores.
Para ayudarle a sacar el máximo provecho de esta oportunidad, aquí hay algunos consejos para emprender después de los 50 años:
Al igual que con cualquier emprendimiento, las personas mayores que comienzan su propio negocio harían bien en mantener bajo control los gastos, sobre todo al principio. Si puede, trabaje desde casa. Si necesita una oficina, considere compartir el espacio con otros emprendedores para que mantenga bajos los costos de alquiler, servicios públicos y otros gastos.
Asegúrate de aprovechar plenamente las redes y contactos que ha acumulado a lo largo de las décadas. La asociación puede resultar especialmente valiosa para obtener experiencia y habilidades que le podrían faltar, como legal, contable o técnica. También puede ayudar a la captación de sus cruciales primeros clientes.
En lugar de considerar la edad como un obstáculo, lo tratan como un punto a favor no sólo desde el punto de vista de la experiencia, sino también financieramente. En comparación con los jóvenes emprendedores con poca inversión de fondos, las personas mayores que empiezan las empresas a menudo tienen un ahorro sustancial que pueden aprovechar.
Sin embargo, no se vaya por la borda financieramente. Tome una mirada reflexiva en los costos de inicio, investige cuánto tiempo le tomara generar un beneficio económico, poniendo sus ahorros en orden y aumentando su nivel de comodidad. La creación de empresas nuevas tardan al menos tres años para alcanzar el equilibrio. Es útil establecer un límite de dinero el cual estén dispuestos a seguir invirtiendo en el negocio. De esta manera, se puede evitar poner en peligro su capital de jubilación u otras metas financieras. Un asesor financiero puede ayudarle a determinar el límite adecuado para su situación.
Es de vital importancia tener en cuenta a qué tipo de negocio desea entrar. Elija un negocio que requiera un nivel de energía y compromiso al que esté dispuesto y capaz de comprometerse. Si intenta desarrollar un negocio que sea demasiado exigente físicamente podría bajar su rendimiento y estar abarcando más de lo que puede manejar razonablemente – por ejemplo, una empresa que requiere levantar objetos pesados, o uno que requiere un mínimo de 60 horas a la semana.
Piense un poco en el tipo de desafío al cual se va a enfocar. Crear una empresa sobre un campo que domine bien puede reducir los riesgos y conseguir que la puesta en marcha sea mucho más rápida. Por otra parte, una nueva industria implicará una curva de aprendizaje empinada, pero puede resultar refrescante y vigorizante. Piense con cuidado acerca de la rapidez con que desea comenzar, así como su capacidad para aprender cosas nuevas.
Sin embargo si desea continuar, debe estar seguro si siente verdadera pasión y entusiasmo por el negocio. No sólo hacer que la fuente de sus ingresos de trabajo y compromiso los deleites más que el dinero, pensar en ella como una recompensa por décadas de experiencia adquirida. Es el tiempo justo para hacer lo que siempre ha querido hacer y sacar el máximo partido del momento.